Los “valores espirituales” son (¡escandalosos!) Lo mismo que los “valores regulares”. Nos gusta separar artificialmente la espiritualidad de otros aspectos de nuestra experiencia. Pero somos espirituales trae tener una experiencia humana. No puedes separar los dos.
Me han enseñado que estos valores en su forma más elevada son las cualidades de lo Divino: amor, paz, armonía, integridad, alegría, abundancia, gratitud, creatividad, realización, servicio, significado, perdón, generosidad. Son las cosas que todos buscamos, y lo que estamos buscando es la reunificación con lo Divino en su sentido más puro.
Todo eso suena bonito en teoría. En términos prácticos, los valores espirituales (o valores regulares) sirven como guías a través de esta experiencia humana. Cuando reconocemos qué valor sentimos que falta (por ejemplo, amor, por ejemplo), podemos enfocarnos en ser más amorosos. Al centrarnos en el valor, atraemos más de lo que valoramos.
Además, cuando no estamos seguros de qué elección hacer o qué medidas tomar, podemos ver estos valores centrales y preguntarnos cómo nos estamos alineando con ellos. Por supuesto, eso es un poco más difícil de hacer sin un mentor porque no enseñamos eso en nuestra cultura muy a menudo o muy bien.