La oración, o Salat, se hizo obligatoria para todos los musulmanes, ya sean ricos o pobres, fuertes o débiles, negros o blancos, hombres o mujeres. La oración permite al creyente enriquecer su espiritualidad y cultivar el derecho del alma de amar y adorar al Creador, Allah.
“¡En verdad, soy Alá! No hay nadie digno de adoración sino yo, así que adórame y ofréceme la oración perfectamente para Mi recuerdo. ”[Corán, Taha, 13-14]
La importancia de la oración se transmite constantemente en el Corán y también fue enfatizada por el Profeta Muhammad (pbuh): “Sepa que entre sus deberes, la oración es lo más importante”.
La realización de la oración cinco veces al día se considera vital para alcanzar el éxito en esta vida y en el más allá. Después del testimonio de fe, la realización de las oraciones en los momentos correctos y completos en reverencias, postraciones y humildad, garantizará el perdón de Dios y el paraíso eterno. Los musulmanes creen que el primer asunto que tendrán que rendir cuentas en el Día del Juicio es la oración. Si es sonido, entonces el resto de sus acciones lo serán. Y si es malo, entonces el resto de sus actos serán malos.
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La oración proporciona un recordatorio constante de la esencia de nuestra creación y proporciona una conexión directa con Allah, quien vinculó el éxito y la felicidad con la humildad en la oración. Destaca la proximidad entre la religión y la vida cotidiana. La vida, desde un punto de vista islámico, debe ser dirigida a Allah. La vida es una oportunidad para adorar y recordar a Allah. Orar repetidamente durante el día e interrumpir las actividades diarias produce la realización de este concepto. El creyente, a través de la oración, adquiere una conciencia espiritual que lleva consigo a lo largo de todos los esfuerzos de la vida.
La oración purifica el corazón y verdaderamente, a través de la oración, un creyente alcanza la devoción espiritual y la elevación moral. La oración no solo da una conexión profunda con Dios, sino que en la oración se establece paciencia, humildad y sinceridad. La oración proporciona un medio de arrepentimiento y es un freno para los actos vergonzosos e injustos. Esto se describe a través del siguiente dicho del Profeta Muhammad (pbuh):
“Si una persona tenía un arroyo fuera de su puerta y se bañaba en él cinco veces al día, ¿crees que le quedaría algo de suciedad?”. La gente dijo: “No quedaría suciedad sobre él en absoluto”. El Profeta ( la paz sea con él) y luego dijo: “Eso es como las cinco oraciones diarias: Alá borra los pecados por ellos”. (De las colecciones del Hadith de Al-Bujari y Muslim).
Orar cinco veces al día involucra al creyente en el recuerdo constante de Dios y lo mantiene alejado de cualquier acto injusto y lo lleva solo a actos que le harán ganar el placer de Dios. Es a través de la oración que uno realmente encuentra paz interior y satisfacción. También es una fuente de paciencia, coraje, esperanza, confianza, paz interior, estabilidad, igualdad, unidad y una expresión de agradecimiento a Dios.