¿Por qué las altas dosis de LSD producen experiencias ‘espirituales’ o ‘místicas’?

Hay dos respuestas a esta pregunta.

Primero, las drogas alucinógenas interfieren con la química cerebral normal de formas que nos obligan a cuestionar nuestras suposiciones sobre la realidad. Esta es una versión incontrolada de lo que les sucede a las personas en experiencias místicas: es decir, meditaciones profundas, estados extáticos, uniones tántricas, etc. Si alguien está preparado y preparado para ese tipo de experiencia mística, y está en el entorno adecuado para ello, un fármaco alucinógeno puede desencadenarlo.

Dicho esto, la mayoría de las personas no están realmente listas o preparadas para las experiencias místicas. Las experiencias místicas son tanto filosóficas como experienciales; son cuestiones de comprensión a través y con experiencia. Si piensas en un estado místico como una postura cuidadosamente equilibrada, como subir a la parte superior de un poste y balancearse sobre un pie, usar una droga para llegar allí es un poco como usar un cañón para lanzar personas a la parte superior del poste. Las personas que lleguen de esa manera serán inestables y no se quedarán allí por mucho tiempo.

Entonces (segundo) para las personas que no están completamente preparadas, las drogas alucinógenas pueden desencadenar una variedad de visiones arquetípicas (como sueños superintensos) que pueden procesarse e interpretarse para comprenderse mejor a sí mismas y a sus vidas. Es como Jung con esteroides: todo tipo de imágenes del inconsciente preconsciente y colectivo que se elevan a la mente consciente. El procesamiento posterior es de vital importancia; el viaje en sí es (de una manera extraña) secundario a lo que haces más tarde para limpiar lo que has aprendido. Curiosamente, en algunas tradiciones (como el uso clásico de ayahuasca) el líder agrega eméticos a la mezcla para inducir el vómito; El acto físico está destinado a limpiar las asociaciones mentales / espirituales que surgen.

Para aquellos tentados a seguir esta ruta, no puedo enfatizar lo suficiente lo importante que es usar drogas alucinógenas en el entorno adecuado: es decir, un grupo contenido y aislado con un líder experimentado y rituales adecuados. Por lo general, las drogas en sí mismas son físicamente inofensivas: el LSD puro es mucho más seguro, fisiológicamente hablando, que la aspirina, pero si las toma en un contexto en el que no se siente seguro, cálido y contenido, puede regresar al camino espiritual (no mencionar invocar problemas y riesgos más profundos). Piense en el ejemplo anterior de ser lanzado desde un cañón, excepto que esta vez alguien olvidó bloquear las ruedas o ajustar la inclinación; no se sabe dónde podrías terminar. La contención, el líder, los rituales … Estas son todas formas de enfocar la intención para que su mente vaya en la dirección correcta.