Los mantras son un método poderoso para centrar y concentrar la mente. La idea es mantener un solo pensamiento en la mente. Un mantra puede ser una oración corta, un nombre de Dios o incluso una sola sílaba como AUṀ. La repetición de un mantra [ japa ] conduce así a la meditación. Śrī Rāmaṇa Mahārṣi enseñó:
“La acción sin deseo [ niṣkāmya-karma ] dedicada a Dios purificará la mente y mostrará el camino hacia la liberación. Esto es cierto: pūjā, japa y dhyāna son acciones del cuerpo, el habla y la mente, respectivamente; cada uno sucesivo es superior al último.
“En lugar de alabar a Dios, japa es bueno; en lugar de japa hecho en voz alta, japa susurró débilmente en la boca es bueno; y en lugar de japa dentro de la boca, el japa hecho por la mente es bueno; Esta repetición mental o mānasika-japa es lo que se llama meditación [ dhyāna ].
“En lugar de la meditación interrumpida por otros pensamientos, la meditación ininterrumpida sobre Dios, como un río o la caída de ghee, es excelente”. – Upadeṣa-Undiyar