Imagina estar en una casa que tiene todo lo que necesitas para vivir. Imagina que nunca has estado fuera de tu casa. ¿Cómo sabrías que te estás perdiendo algo?
Prefiero haber tenido una conversación sin palabras con un testigo griego de Jehová en Salónica que usó gestos para hacerme aceptar una Atalaya porque sería bueno para mí (o al menos creo que eso es lo que trató de hacerme entender). Prefiero haber visto, olido y escuchado Amsterdam de maneras que ningún documental me permita, en todo tipo de climas y estados de ánimo. Viajar en el Traghetto en Venecia fue una mezcla perfecta de lo mundano y lo aterrador que no he tenido en ningún otro lado. Ver un volcán cubierto de glaciares en el noroeste del Pacífico no le hace justicia. La locura absoluta del Oktoberfest de Munich es algo que no me gustaría volver a experimentar, pero me alegro de haber estado allí una vez. Me encanta la sensación de regresar a una ciudad al otro lado del océano después de años de no estar allí y ver lo que ha permanecido igual y lo que ha cambiado. Me encanta comer y beber griego Mezes y Tsipuro y quebequense Poutine y té frisón en los lugares donde la gente ha sabido por generaciones cómo prepararlos. Me encanta cómo otros países huelen diferente, desde sus sistemas de transporte público hasta sus hoteles. Sonrío a los diferentes modales en diferentes lugares (al menos en retrospectiva). No puedo esperar para ir a Islandia este verano y quedar maravillado por lo diferente que es, volver a Eslovenia por sexta vez y ser sorprendido una vez más por las hermosas aguas color esmeralda del río Soca, y explorar Texas en el ocasión de la boda de un amigo.
Puedes vivir una vida perfectamente buena y decente si nunca viajas al extranjero. Y lo mejor de todo, no sabrá muy bien lo que se ha perdido. Pero se perderá experiencias sensoriales completas que lo harán vibrar con la sensación de estar vivo de una manera que las cosas que ya sabe nunca serán posibles.
- En un mundo de escasez, que es peor: ¿desperdiciar papel, desperdiciar agua o desperdiciar alimentos?
- ¿Qué es lo más difícil en tu vida en este momento?
- Tengo veintitantos. ¿Cuál debería ser mi principal prioridad?
- ¿Hay algún humano que no haya llorado en toda su vida?
- Si me enfrento a la misma situación dos veces, ¿cómo puedo cambiar la forma en que respondo? Porque la primera vez me sentí realmente mal, y ahora quiero que sea diferente.