¡Puede ser! En este momento, principalmente somos actores en el escenario, interpretando todo tipo de roles.
En la meditación somos más el público, tú eres quien eres pero solo estás observando la obra que está sucediendo.
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La meditación es una práctica y el resultado se conoce como un estado meditativo.
Es muy posible estar en un estado meditativo 24/7 sin perder ese estado. ¡En ese caso la vida es una meditación gigante! Siendo realistas, se necesita un poco de práctica para llegar a esa etapa (sin juego de palabras).
Puedes pensar en el escenario como nuestra mente. Siempre toma roles y se entretiene (a veces otros). El corazón se parece más a la vista de la audiencia, responde sintiendo lo que está sucediendo .
Probablemente hayas notado que cuando vemos una obra de teatro o televisión, la actividad que normalmente experimentamos en nuestra mente es reemplazada por la actividad en la pantalla. Somos buenos observadores cuando hay una actividad para distraernos o involucrarnos.
Hay una diferencia con la práctica de la meditación: importa en qué estamos concentrando nuestra mente y nuestro corazón. Por lo tanto, debemos meditar en algo que no sea demasiado concreto o definido, sino sutil y ligero. Me gusta meditar en la fuente de luz en el corazón. Esto saca nuestra atención de nuestra cabeza y todo su drama y la establece en la fuente del sentimiento, el amor y la intuición.
El proceso de meditación, aunque no es tan emocionante como nuestro programa de televisión favorito, trae beneficios a largo plazo que impactan profundamente la calidad de nuestra vida en todos los niveles.
Después de un poco de práctica, el corazón vuelve a su estado natural simple y se convierte en el centro de nuestra conciencia. Este estado sigue fortaleciéndose hasta que pronto nos convertimos en “una gran meditación”.
buena meditación