Mi relación con la India es como una historia de amor intermitente.
No me gusta caminar por las calles y encontrar montones de estiércol.
No me gustan las moscas que pululan por todas partes.
No me gusta la corrupción, el sistema educativo defectuoso y todos los millones de actividades inmorales que ocurren aquí.
- ¿Estoy perdiendo el tiempo aplicando a trabajos en línea cuando debería estar en red?
- Cómo dejar de preocuparme por la escuela y mi futuro
- ¿Qué puedo comprar para una persona ciega para facilitarle la vida?
- Soy un alien. ¿Que puedo hacer?
- ¿Por qué debería quedarme y trabajar aquí en Pakistán y no mudarme al extranjero?
Pero sé que India está en mi sangre. Se ha permeado profundamente en mí e incluso si lo dejo, se quedará conmigo para siempre.
India teje un hechizo. Es una pleotera de milagros, a pesar de su fealdad.
En un momento, este país con sus estrechos gallis y su población infinita es intolerable. En el otro momento, su magnificencia te deja hechizado.
Y por mucho que lo odie, sé que lloraré con amargas lágrimas cuando lo deje. Y no importa cuán lejos llegue, siempre volveré a ello.
Puede dejarlo si lo desea, después de todo, tanta gente se ha establecido en el extranjero y en realidad les gusta esa vida. Se burlan de su propio país cuando regresan. Es casi como si se estuvieran burlando de su propia existencia.
Puede que te vayas de la India … pero la India nunca te dejará.