¿Por qué me siento mal por los privilegios que tengo en la vida?

Creo que esto puede sucederle a muchas personas, y puede haber varias razones subyacentes para sentirse así.

Por ejemplo, si siente de alguna manera que ha desperdiciado sus privilegios y oportunidades o no ha aprovechado todo lo que se le ofrece para vivir la vida al máximo.

O tienes una mala relación con tus padres. Es posible que hayan trabajado arduamente (y continuarían haciéndolo) para mantenerlo. En el fondo de tu corazón, los amas de verdad, pero esto no se manifiesta en una conversación en la que cada comentario se evalúa en busca de púas, en una relación familiar que se ha vuelto densamente cubierta con una acumulación de disputas menores. Puede sentir que les debe ser más amable con ellos o ser más exitoso. Ambos son difíciles, pero se pueden hacer.

  • Si es bondad lo que debe dar, practique ser amable con otras personas y llévese eso a casa. Trabajar en el servicio es una buena forma de practicar la amabilidad, ya que te enseña a ser considerado con las necesidades de una persona y hacer de su comodidad tu prioridad. Comienza lentamente, pero si puedes ser amable con tus padres, elige serlo. Los hará más felices a todos.
  • Si ser más exitoso te hace sentir mal, reconsidera ese éxito. ¿No tiene éxito o se espera demasiado de usted? Obtenga una segunda opinión de un amigo que hablará con franqueza. Es posible que sienta que su familia está decepcionada de usted: en cuyo caso, debe saber si su familia se siente así porque quiere lo mejor para usted o si quiere lo mejor para sí mismo. Eso afecta si usted toma esto en cuenta como una preocupación genuina o no. Si sientes que tu familia no está orgullosa de ti, y no es por falta de intentos, sino porque no encajas en la idea de quién querían que fueras, entonces deja de sentirte culpable. Muchos padres aman a sus hijos con términos y condiciones, lo cual no es necesariamente incorrecto, pero hay más de una forma de ser solidarios. Si te han apoyado financieramente pero no emocionalmente, deja de sentirte tan mal y concéntrate en garantizar tu independencia financiera para que no les debas nada y puedas ser quien no eres como ellos querían que fueras.

O puede tener esta culpa si es muy compasivo, cree en la igualdad de oportunidades y, sin embargo, se beneficia de esa desigualdad, que puede permitirle ser complaciente y exitoso mientras otros trabajan duro por las mismas cosas que usted, enfrentando un descenso siempre presente en la pobreza mientras navegas en una cómoda trayectoria de clase media.

Hay algunas maneras de manejar el sentimiento de esta manera, si alguno de estos ejemplos explica el problema subyacente.

En primer lugar, trabaje más, aproveche cada oportunidad que cree que le ayudará a crecer o mejorar. Es más fácil sentirse más merecedor de los privilegios que tiene en la vida si los está haciendo uso completo.

En segundo lugar, si te sientes culpable porque crees en la igualdad de oportunidades, trabaja duro. Trabaja duro para que puedas colocarte en una posición en la que puedas marcar la diferencia para apoyar a aquellos con menos oportunidades y privilegios que tú.

En tercer lugar, voluntario. Esta es una forma proactiva de hacer una pequeña pero significativa diferencia en la desigualdad global. Voluntario en su banco local de alimentos. O refugio para personas sin hogar. O cualquier forma de desigualdad que le importe y necesite abordar en su vecindario. Toma tus habilidades y aplícalas para ayudar a las personas. Harás uso de los privilegios que la vida te ha dado de una de las maneras más útiles posibles.

Buena suerte.