El “corazón” es una expresión de todos los deseos que tenemos, que podemos sentir y cumplir. Dentro de esa masa compleja de deseos, cuyos deseos están todos dirigidos a placeres egoístas y egoístas, hay un solo deseo, una chispa que apunta, que nos conduce hacia el propósito de nuestra existencia. Este propósito es encontrar, revelar y alcanzar la fuente de nuestras vidas.
Esta revelación, el logro solo puede suceder si nos volvemos completamente desinteresados, altruistas, incondicionalmente amorosos y serviciales, similar a nuestra fuente creadora. Solo ese deseo único, la chispa en nosotros contiene tal aspiración, intención, capacidad.
El alma es una red de deseos tejida de una colección mutua de chispas únicas en un entorno humano especial. En este entorno humano, las personas totalmente comprometidas acuerdan ayudarse mutuamente seleccionando, cosechando y liberando las “chispas del alma” de sus corazones, desde el alcance de sus deseos egoístas y egoístas. Luego, a través de esa alma colectiva, como una ventana única, pueden comenzar su camino y aventurarse juntos hacia su fuente.
El punto en el corazón es el punto de referencia en nuestras vidas | Laitman.com