A continuación se detallan las prácticas y precauciones recomendadas para el hormigonado en climas cálidos.
- Control de temperatura de ingredientes de concreto: la temperatura del concreto puede mantenerse baja controlando la temperatura de los ingredientes. Los agregados pueden protegerse de los rayos solares directos erigiendo cobertizos temporales. También se puede rociar agua sobre el agregado antes de usarlo en concreto. El agua de mezcla tiene el mayor efecto en la disminución de la temperatura del concreto porque el calor específico del agua (1.0) es casi cinco veces mayor que el agregado común (0.22). Además, la temperatura del agua es más fácil de controlar que la de otros ingredientes que utilizan refrigeración mecánica o mezclan hielo picado.
- Proporción de la mezcla de concreto: la mezcla debe estar diseñada para tener un contenido mínimo de cemento consistente con otros requisitos funcionales. En la medida de lo posible, el cemento con menor calor de hidratación debe preferirse a aquellos que tienen mayor finura y calor de hidratación. El uso de aditivos reductores de agua o retardantes de fraguado es beneficioso. Los aceleradores no deben usarse en estas condiciones.
- Producción y entrega: la temperatura de los agregados, el agua y el cemento debe mantenerse en los niveles prácticos más bajos para que la temperatura del concreto sea inferior a 40 grados en el momento de la colocación.
- Colocación y curado del hormigón: el encofrado, el refuerzo y la subrasante deben rociarse con agua fría justo antes de la colocación del hormigón. El área alrededor del trabajo debe mantenerse húmeda en la medida de lo posible para enfriar el aire circundante y aumentar su humedad. La velocidad de colocación y acabado ayuda a minimizar los problemas en el hormigonado en climas cálidos. Inmediatamente después de la compactación, el concreto debe protegerse para evitar la evaporación de la humedad por medio de bolsas de yute húmedas, etc.