Comenzaré diciendo que me veo más revolucionario. Tiendo a ver un posible futuro y decirme a mí mismo y a los demás “¿por qué no ahora?” Menciono esto como antecedentes y para revelar mi sesgo.
El conservadurismo en general tiene tres principios más grandes como yo lo veo.
Principalmente y lo que puede considerarse conservadurismo “verdadero” no es una ideología. Es una mentalidad.
Muchas políticas “progresistas”, así como las populistas, son sinceramente malas. Una mentalidad conservadora permite el cambio, pero ralentiza el cambio para minimizar el riesgo de implementar ideas estúpidas pero populares. Un verdadero conservador abogaría por la moderación en la mayoría de las políticas y más tiempo para pensar, recopilar datos, etc. De esta forma, los conservadores proporcionan un valioso equilibrio a las mentes más revolucionarias (como la mía) que tienden a querer un cambio hoy. Hay muchos conservadores por los que tengo un gran respeto y admiración en este campo. Este campamento puede tener casi cualquier valor imaginable ya que la base común es la mentalidad hacia el cambio, no valores comunes. Estos conservadores se pueden encontrar en todo el espectro político. En general, las partes del discurso más leídas y experimentadas.
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En segundo lugar. El conservadurismo (ver arriba) es una ideología valiosa para las élites atrincheradas para resistir los cambios que podrían afectar negativamente su poder en la sociedad. En general, la mayoría de las políticas impulsadas por intereses ya arraigados tienden a llamarse “conservadores” si benefician a la élite, incluso si las políticas son radicales. Ver “neoconservadores” para ejemplos. En general no simpatizo con estos “conservadores”. Las sugerencias más radicales son a menudo perjudiciales para el público en general. Tiene algún uso general para mantener el sistema actual.
En tercer lugar. Los conservadores sociales y religiosos (reaccionarios) tienden a conducir el pensamiento político no hacia un cambio lento y moderado, sino que trabajan para hacer retroceder los cambios anteriores o tratar de imponer uno de los muchos sistemas de valores medievales tempranos o, a veces, de la edad del bronce que se han escrito en las sociedades contemporáneas. Puede verse como una reacción al post modernismo. En mi opinión, este grupo tiende a combinar la inutilidad del pensamiento reaccionario con los efectos nocivos de una sociedad represiva.
Para concluir, algunos conservadores son inteligentes, leen bien y contribuyen a nuestro discurso general. Algunos son idiotas egoístas y otros son fanáticos. Todos tienden a llamarse a sí mismos conversadores, ya que ni el aristócrata ni la etiqueta de fundamentalista religioso los ayudarían a ganar argumentos.