Sabrás si trabajas lo suficiente o no escuchando tus sentimientos al final y al comienzo del día. Sabrás que has hecho lo suficiente cuando:
- Por la noche, te vas a dormir sin preocupaciones, teniendo una sensación de cumplimiento de las tareas completadas de hoy.
- Por la mañana, te levantas sintiéndote fresco y emocionante, sin prisas, sin flashbacks, sin preocupaciones de ayer.
Hay una brecha entre usted y su objetivo, que es lo que debe hacerse. Con base en cómo evalúa su propia capacidad, divide esa brecha en planes y tareas diarias que se adaptan a su ritmo de trabajo deseado. Depende de cómo planifique sus pasos aquí lo que determina su sentimiento de satisfacción. Si sus tareas diarias lo hacen luchar más allá de su zona de confort, que no puede terminar al final del día, entonces está yendo demasiado duro y viceversa.
Por cierto, la clave para mantenerse productivo no es trabajar duro, sino trabajar de manera inteligente. Se trata más de equilibrio y eficiencia a largo plazo en lugar de trabajar 14 horas al día.