Replantearé la pregunta de esta manera:
¿Es necesario hacer cosas poco éticas o inmorales para hacerse rico en esta sociedad?
Respuesta corta: no.
Para hacerse rico, uno tiene que crear mucho valor y tener un sistema para capturar mucho de ese valor.
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Martin Luther King, por ejemplo, creó mucho valor, pero no creó un sistema para cosechar ese valor en forma de dinero. Por supuesto, este no era su objetivo.
Google y Facebook agregaron mucho valor al proporcionar servicios ampliamente utilizados, pero cada uno de ellos tardó un tiempo en averiguar cómo capturar parte de ese valor en forma de ingresos. (En ambos casos, los ingresos publicitarios fueron la respuesta, pero el modelo para recaudar esos ingresos publicitarios necesitaba ser inventado y mejorado en cada caso).
Dado que el valor es subjetivo y que diferentes personas valoran cosas diferentes, algunas personas ganan mucho dinero al suministrar productos o servicios que podríamos considerar malvados o poco éticos. Muchos otros ganan dinero haciendo cosas ilegales o poco éticas. Sin embargo, muchos otros brindan servicios o productos altamente valiosos y realmente útiles que resuelven problemas importantes y se les paga muy bien por el valor que brindan.
Algunos crean enormes cantidades de valor en comparación con el dinero que ganan, a pesar de que ganan una enorme cantidad de dinero.
En mi visión del mundo, el valor se recibe de muchas maneras, el dinero es solo uno de ellos. Para mí, la capacidad de participar en la resolución de problemas interesantes para los cuales mis talentos son adecuados y de ir a casa con mi familia por la noche vale la pena sacrificar una cierta cantidad de dinero. También vale la pena sacrificar la capacidad de evitar emprendimientos que no creo que agreguen valor a la sociedad. Personalmente, rechacé importantes sumas de dinero (ofrecidas para mi negocio) porque no quería vender el trabajo de mi vida y pedirles a las personas de nuestra organización que trabajen para otra administración. A lo largo de los años, hemos rechazado bastantes clientes importantes que vendían cosas con las que no nos sentíamos bien.
Pero, el hecho de que podría haberme vuelto súper rico vendiendo mi alma no me hace pensar que esa es la única forma de hacerlo. De hecho, muchos de mis clientes han sido personas mega-ricas, y en su mayor parte simplemente les gustaba resolver el problema de construir un sistema para agregar y cosechar valor (a veces llamado un “negocio”). Dado que sus mentes y pasiones eran adecuadas para resolver ese problema en particular, y dado que los problemas que escogieron condujeron a soluciones que proporcionaron una enorme cantidad de valor y como resolvieron los problemas de cosechar parte de ese valor, se hicieron muy ricos.
En su mayor parte, comieron en mejores restaurantes y se sentaron en mejores asientos en los aviones, algunos incluso volaron en privado, pero de lo contrario no cambiaron sus vidas. Siguieron trabajando igual de duro, a menudo mucho más allá de la edad de jubilación, haciendo lo que aman.
Un cliente actual tiene 92 años y todavía es CEO y Presidente, se prepara todos los días, sube a los aviones, vuela por el mundo, se reúne con personas, resuelve problemas e intenta liderar y construir una empresa global.