Los productos de la mitad del camino de las grandes compañías (como Ashley) siempre son intermedios, como máximo. Esto significa que la calidad es media-baja, en lugar de media-alta.
Un buen método para elegir un sofá (no es perfecto, pero le da una estimación justa de la calidad del producto) es ponderarlo en el precio entre los COMPARABLES en la línea de la compañía (es decir, el mismo tipo y la misma cobertura: entonces el textil puede compararse con el textil, y no con el cuero). Si es desde la mediana hacia arriba, entonces probablemente sea una buena compra. Si no es así, no te molestes.
Digamos que encuentra sofás comparables de la misma compañía en una escala de 400 $ para el más barato y 1600 $ para el más costoso. La mediana es de 1000 $. ¿Te ofrecen uno a 900 $? No hay suficiente calidad. ¿Te ofrecen uno a 1100 $? Probablemente, es de buena calidad por el precio.
Para las grandes empresas, debe evaluar el poder de la marca. En el caso de Ahley, lo pesaría al menos 10-15% más. Esto significa que consideraría comprar uno si está a 1200 $ en adelante. No creas en los descuentos y las ofertas flash: mienten todo el tiempo.
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