Solía andar como un predicador de atención plena diciéndole a la gente sobre esto.
Buscaría técnicas narrativas, tanto antiguas como nuevas: métodos de PNL, koans sin sentido, enseñanza de historias, todo para aprender el oficio de hacer realidad a alguien con palabras. Intenté practicar eso escribiendo sobre Quora.
Entonces me di cuenta de que no estaba hablando en beneficio de la otra persona. Estaba hablando por mi cuenta. Debería escuchar si la persona necesita escucharlo o no.
Entonces comencé a ceder ante la desesperación de que no hay manera.
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Un día, me di cuenta de que tratar de enseñar esto, tratar de forzar la realización abierta eran todas las historias que inventé. Como un sueño, que todo se disolvió en el sol de la mañana.
Otro día, aprendí sobre rasa , es decir, el sentimiento estético, desde el punto de vista tántrico. Desde la Vista tántrica, lo que hace que algo sea estético, y lo que hace que algo sea artístico , es que separa a una persona común el tiempo suficiente de su identificación habitual con las emociones para descansar en ella. Y en ese momento de reposo, experimentan un destello de realidad no dual. Una pintura de gran tragedia y, sin embargo, transforma eso en el sentimiento estético de la compasión, puede ser vista por alguien que ha experimentado una tragedia personal similar. Sin embargo, al ver esa transformación de la tristeza a la compasión, también sentirá que su historia personal se transforma de una de tragedia a una de compasión, y al menos en ese momento, vislumbra un momento de verdad.
Esto lo aprendí del libro de Christopher Wallis, Tantra Illuminated .
Me emocioné mucho con eso.
Del mismo libro, también aprendí que hay historias en las que, cuando se escuchan, pueden conducir a la realización. Estas historias se disuelven por sí mismas, dejando un espacio en el que uno descansa. Pero si la persona que los escucha no está lista para ello, podría ser impenetrable o alguien podría crear historias adicionales a su alrededor. Hay momentos en que uno habla una historia así.
El arte de contar historias se puede perfeccionar conscientemente. Una vez perfeccionado, se internaliza. Luego, desde el Vacío, esas historias saldrán cuando sea necesario, no como una expresión del narrador, sino como una expresión del Universo.