Creo que es muy temprano para dar una respuesta integral a esta pregunta, pero considere esto: solía ser que diseñamos experiencias principalmente para la presentación y la navegación clara de la información en una pantalla. Un sitio web o software “dinámico” fue una experiencia en la que el texto y las imágenes de una pantalla se extrajeron de una base de datos en lugar de estar codificados y formateados en línea en la página.
Ahora, diseñamos experiencia en estados altamente condicionales y para flujo. Los algoritmos miden constantemente tanto contexto, sobre lo que está haciendo un usuario específico, y almacenan esa información para referencia futura para hacer una experiencia predictiva mejor que la próxima vez que se use.
Algunos de los enfoques y sistemas son extremadamente sofisticados y potentes (como los sistemas que intentan modelar interacciones de persona a persona, como el habla), otros sistemas solo observan pasivamente para ver si es más probable que alguien haga clic en un botón con diseño A o diseño B. En muchos casos, el aprendizaje automático está tratando de procesar suficiente información para optimizar un resultado comercial específico.
UX es una disciplina de negocios en la mayoría de los casos. Nos sentamos en la intersección de la tecnología, los objetivos comerciales y el comportamiento humano. Las herramientas de medición que nos dan la capacidad de ver lo que los usuarios realmente hacen en un contexto determinado (a menudo no hacen lo que dicen que hacen) nos ayudan a tomar decisiones más informadas sobre qué arreglar o diseñar a continuación.
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También podemos usar esos algoritmos como herramientas de diseño, entradas para hacer que una experiencia sea más atractiva, divertida o agradable. El diseño funciona en estrecha colaboración con el aprendizaje automático para comprender lo que un usuario quiere y atender que necesita más rápido.
Los datos son como la inteligencia del campo de batalla, su valor está determinado principalmente por cómo se analiza y aplica. Ahí es donde el diseño puede desempeñar un papel importante: ¿qué significan los datos?
El diseño basado en datos (diseño que está determinado por la mayoría de los clics, interacciones, conversiones) no es muy bueno: a menudo se optimiza para el resultado medio, un debilitamiento de las decisiones que da como resultado un insulso, confuso y confuso experiencia conflictiva, y con frecuencia tiene resultados negativos inesperados en otras partes de la experiencia.
No se puede medir objetivamente una experiencia completa: ningún diseño es perfecto y es imposible saber qué está funcionando y qué no si se mira todo a la vez, siempre hay compensaciones. Del mismo modo, no puede diseñar una experiencia coherente y holística con muchas partes complementarias basadas en docenas (o cientos) de pequeñas experiencias, porque esas pequeñas experiencias miden el éxito de una parte aislada, no de la experiencia.
Por otro lado, el diseño de “datos informados” puede marcar la diferencia en un producto. Al final del día, algunas decisiones se reducen a una llamada instintiva, o un punto de vista. Ese punto de vista debe estar informado por los datos de que el diseño a su vez, informa el tipo de datos que se recopilan y cómo se expresan en la experiencia.
El diseño y el aprendizaje automático están en una relación simbiótica en los mejores casos.