Una posible razón es esta combinación de circunstancias:
- Montreal tiene un excedente de edificios residenciales de una oleada de edificios a principios del siglo XX.
- Los valores inmobiliarios en Montreal ahora crecen muy rápido, en parte porque los impuestos más altos en Quebec, las complicadas reglas de zonificación y el estancamiento burocrático que dificulta que los desarrolladores realicen proyectos. La baja actividad económica general en Quebec significa una menor demanda de espacio para oficinas y menos razones para invertir.
- Un menor crecimiento en el mercado inmobiliario (especialmente en comparación con Toronto, Vancouver, Calgary) significa que los principales desarrolladores no compran estas propiedades arruinadas y las reconstruyen como nuevas y brillantes.
- Existe un monopolio en la industria de la construcción, posiblemente vinculado al crimen organizado, lo que significa que las empresas de construcción pueden sobrecargar a los desarrolladores de nuevos edificios y retrasar el progreso si lo desean. Una vez más, los principales desarrolladores que vean esto decidirán llevar su negocio a otra ciudad.
Situaciones como esta existen hasta cierto punto en muchas ciudades importantes con más de 1 millón de habitantes. Puede llamarlo corrupción municipal, o burocracia, o simplemente desarrollo económico lento. No es bonito, pero Montreal definitivamente no está sola en experimentar esto. Si compararas Montreal con otras ciudades canadienses, no estoy seguro de dónde se ubicaría.