Daré un par de respuestas:
- una “mini-especificación” funciona en muchos entornos donde se necesita un documento para cumplir con los requisitos contractuales o para satisfacer a los grupos de TI corporativos. Esto es simplemente una especificación de software abreviada de 5 a 25 páginas que contiene un resumen de requisitos, suposiciones, restricciones, etc. según las necesidades del proyecto y el cliente. Las claves son brevedad, revisiones periódicas con las partes interesadas del proyecto para mantenerlo actualizado y relevante, y una estricta política de gestión de alcance y orden de cambio para hacer cumplir un proceso de entrega incremental. Esto se complementa con prototipos, interfaces y modelos de datos abreviados de manera similar, etc. Sin magia, solo procesos de software tradicionales de manera muy abreviada. Esto generalmente funciona bien para clientes corporativos tradicionales que se sienten cómodos con dichos documentos de grandes proyectos.
- Como sugieren otras respuestas, para clientes no tradicionales (startups para herramientas web, pequeñas empresas con administración más joven y audiencias técnicas), los documentos gráficos e interactivos pueden funcionar de manera efectiva. Esto podría ser un wiki, un sitio web o herramientas más sofisticadas como Trellis, DebateGraph u otras herramientas similares.
Para mí, el resultado final es ajustar las entregas con las limitaciones del proyecto, las expectativas del cliente y el nivel de comodidad del cliente con aplicaciones modernas y la voluntad de adoptar nuevos enfoques.