Cómo lidiar con la comprensión de que nunca podrás hacer tu pasión

Parece que eres bastante joven, lo que significa que hay mucha vida y el mundo al que aún no has estado expuesto. Mucha gente dice “mi pasión” como si cada uno fuera asignado al nacer, pero no es cierto. Algunas personas siguen una pasión y les funciona y se mantienen con ella toda su vida, pero eso no significa que sea la única posibilidad. Y, otros evolucionan a medida que pasan por la vida.

Érase una vez, creía que practicar leyes era lo que apasionadamente quería hacer por el resto de mi vida. Fui bueno en eso, ayudé a la gente, y me energizó y atrajo toda mi atención. Sabía que quería ser abogado desde la secundaria, así que me sorprendió más que nadie cuando abandoné la práctica de la ley antes de cumplir los treinta.

Desde entonces, he tenido otras dos carreras que me encantaron al menos tanto, y cada una ofreció esas mismas ventajas de una manera diferente. Tengo casi 50 años ahora, y sospecho fuertemente que hay al menos uno más por delante.

Todo lo cual es un largo camino para decir que si hay algo seguro en la vida, es que algo inesperado sucederá. Intente, sé que no es fácil, pero es importante, no pensar en términos de lo que perdió o de estar atrapado en el camino en el que se encuentra en este momento. Pero tampoco te dejes atrapar en la búsqueda de otra cosa. No puedes forzarlo.

Vive tu vida. Haz tu trabajo. Si, de hecho, no le gusta el trabajo, descubra qué aspectos le gustan y cómo puede adaptarse. Y estar abierto a cosas nuevas. Cuando aparece algo que genera una chispa, hazlo un poco más y mira qué sucede. Y recuerde que nada de lo que intenta es un compromiso de por vida y que hay pocas desventajas para explorar.

Debe haber algo más en la vida además de convertirse en un atleta profesional. Es desalentador renunciar a tu sueño, pero no debería ser el fin del mundo.

Encuentre otras actividades o cosas en las que tenga interés y conviértalas en pasiones. Cuando una puerta se cierra, se abre otra ventana … la vida siempre es así. Una oportunidad perdida significa que hay algo mejor esperándote a la vuelta de la esquina.