El latihan es la reaparición de un Poder primordial escondido dentro de los seres humanos y todas las criaturas. Este Poder se manifiesta en movimientos corporales espontáneos y expresiones, un estado de tranquilidad y alegría, claridad de conciencia y amor por lo Divino. Funciona progresivamente para limpiar y armonizar los elementos conflictivos de nuestro ser, para sanar e iluminar. Su naturaleza esencial
Es celebración y alabanza. Hace posible una realización cada vez más profunda de la Sabiduría de la que finalmente surgimos y en la que se abrazan todas las cosas.
El término ‘latihan’ significa literalmente ejercicio, y el latihan es en realidad un ejercicio o práctica espiritual, pero debido a que es completamente espontáneo, no sigue ningún plan preexistente, por lo que no puede estudiarse ni enseñarse. No se puede dirigir ni forzar de ninguna manera, sino que simplemente se recibe, como una vida y movimiento que surge del centro mismo de nuestro ser, en cualquier forma que sea apropiada para la naturaleza y condición particular de cada uno de nosotros.
Como la acción del latihan es catártica e iluminadora, sus manifestaciones pueden ser ocasionalmente grotescas o desagradables; generalmente son agradables, y a veces son de una belleza extraordinaria, pero debido a que estas manifestaciones son simplemente el medio por el cual nos transformamos gradualmente, todas deben ser aceptadas con gratitud y experimentadas con objetividad y desapego.
Como muchos otros, tengo una visión de un Subud que reconoce y honra sus raíces históricas, pero que es esencialmente indefinible como producto de cualquier tradición religiosa o espiritual en particular. Creo que si podemos reconocer que todas nuestras creencias, ya sean fundadas o mal fundadas, son simplemente creencias, y que todas las religiones y enseñanzas espirituales en las que podemos creer o no, no son más que enfoques de una realidad que es en última instancia insondable, entonces la cultura de Subud, desarrollándose en formas que aún no podemos imaginar, puede llegar a ser una verdadera expresión de la apertura, simplicidad, libertad y universalidad del latihan.– Leonard Priestley