Depende de una matriz de variables, como:
- presupuesto
- ubicación (puede hacer que sea más difícil o más fácil llevar dichos materiales al sitio de construcción)
- sostenibilidad (tiene que ver con lo anterior, porque el uso de materiales de origen local implicará menos esfuerzos de transporte. Además, los materiales menos procesados, como el barro de adobe y el bambú generalmente dejan una huella más pequeña que el hormigón o los ladrillos de arcilla. Incluso la madera a veces puede ser sostenible material, porque si se trata bien a lo largo de su vida útil, las piezas de madera se pueden reutilizar más tarde en otro sitio de construcción, y tampoco requiere el uso de moldes, lo que hace el concreto).
- el peso debe ser soportado por la estructura (ps: también varía según el uso esperado. Por ejemplo, un piso que se va a usar como garaje tiene que soportar mucho más peso que un piso que se va a usar como, por ejemplo, un aula).
- fuerzas estructurales involucradas. Se dividen en 5 tipos: tensión, compresión, cizallamiento, flexión y torsión. Un material puede funcionar extremadamente bien con un tipo de fuerza y funcionar mal con otro. El acero, por ejemplo, maneja muy bien la tensión, pero no es el material más recomendado para soportar los esfuerzos de compresión.