Toda religión no es más que un camino hacia el mismo destino final que es Dios. Y cada ruta es diferente, con sus propios estilos y métodos de viaje únicos. Mientras que algunos adoran a Dios de manera monoteísta, otros reconocen su presencia en los diversos aspectos de la naturaleza. Toda religión importante nos enseña algo noble y bueno para aplicar en nuestras vidas:
- El judaísmo le pide a uno que crea con perfecta fe que el Creador, Bendito sea Su Nombre, recompensa a quienes guardan Sus mandamientos y castiga a quienes los transgreden. Nos pide que seamos buenos con todos.
- El cristianismo nos enseña que el amor es paciente; el amor es amable; el amor no es envidioso ni jactancioso, ni arrogante ni cruel. No insiste en su propio camino; no es irritable ni resentido; no se regocija en las malas acciones, sino que se regocija en la verdad. Lleva todas las cosas, cree todas las cosas, espera todas las cosas, soporta todas las cosas. El cristianismo nos enseña a amar a todos, sin ningún tipo de prejuicio.
- El Islam ordena a sus seguidores que den comida, por amor a Allah, a los pobres, a los huérfanos y a los esclavos, mientras dice: “Te alimentamos solo para el placer de Allah, no deseamos de ti ni recompensa ni agradecimiento”. El Islam nos enseña a Sé amable y generoso con todos, incluidos nuestros enemigos.
- El hinduismo nos enseña que el hacedor que realiza las acciones necesarias sin apegarse a sus consecuencias y sin amor u odio es de la naturaleza de la calidad de la verdad.
- El budismo nos dice que el tipo de semilla sembrada producirá ese tipo de fruta. Los que hacen el bien cosecharán buenos resultados. Aquellos que hacen el mal cosecharán malos resultados. Si siembras cuidadosamente una buena semilla, con alegría recogerás buenos frutos.
Todas las religiones nos enseñan algo bueno y nos ayudan a ser mejores personas. Si cada religión nos enseña a hacer algo bueno y noble, ¿por qué no sería aceptable para Dios?