Mente, alma y espíritu no son sinónimos.
- Creo que mi mente es un epifenómeno de mi cerebro. La mente es lo que hace el cerebro.
- Soy un alma viviente, usted es un alma viviente, las almas vivientes son lo que todos somos, por definición. Si el alma es un epifenómeno del cuerpo o viceversa, es una pregunta metafísica que no hace ninguna diferencia observable. Creo que no tiene sentido hablar de ningún tipo de alma, excepto como está encarnada en alguna sustancia material. Simplemente no es una línea de investigación productiva.
- En cuanto al espíritu, no tengo idea de qué es eso. El espíritu es un concepto resbaladizo. Es útil para nosotros solo porque no está bien definido, y necesitamos palabras para referirnos oblicuamente a cosas que no entendemos o no podemos describir.
Sin embargo, hablando de espíritu,
- Me parece increíble la idea de que hay uno o más mundos espirituales, o un alma separada, discreta, sobrenatural e inmortal para cada persona que ha vivido o vivirá. Eso implicaría postular miles de millones de partículas fundamentales únicas que interactúan débilmente, o lo que me parece una configuración muy poco probable de planos o universos paralelos.
- Nunca he encontrado causa suficiente para creer en cuerpos etéreos, seres de energía, fantasmas o un mundo espiritual. En principio, estas cosas podrían existir, pero en la práctica deben ser muy poco comunes, y los fenómenos en cuestión siempre están abiertos a otras interpretaciones.
- Si bien es igualmente imposible de probar, una explicación más parsimoniosa de los fenómenos que se atribuyen a los fantasmas, espíritus o dioses qua espíritus es una sola entidad sobrenatural de algún tipo, que se manifiesta de manera diferente a diferentes personas o en diferentes situaciones, y que es indistinguible de lo filosófico o concepto metafísico de Dios (o una “alma superior” si se quiere). Es decir, no deberíamos multiplicar categorías innecesariamente.