Cada vez que uno actualiza una pieza correcta de información ‘nueva’ en lugar de una defectuosa que está aprendiendo; si la corrección resulta ser plural y utilizada por uno para aplicar ciertas inferencias como reglas que se revisan completamente ahora, está ganando sabiduría; y una corrección en la escala de un cambio de paradigma está despertando.
El despertar es paso a paso como siempre lo es todo aprendizaje. Cuando el despertar resulta de una práctica consciente que conduce a los poderes progresivos de comprensión, intuición e iluminación que nos lleva de la verdad relativa a la absoluta, es el despertar espiritual. Por lo tanto, hacia el final, uno está absolutamente en sintonía con la inteligencia cósmica y de ninguna manera está llevando una vida diferente de manera perceptible.
Sin embargo, no hay un hito tangible que signifique una terminal o un pináculo del despertar. La verdad absoluta carece de cualquier gunas e irónicamente carece de cualquier experiencia que pueda ser compartida en cualquier idioma común. Por lo tanto, la transformación espiritual es de la persona misma que vive en el mismo universo, pero conscientemente sabe todo “tal como está” y ya no queda una persona ciega sin darse cuenta de la ceguera. Él / ella es poco común cuando se despierta.
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