La profundidad de la base depende principalmente del tipo de suelo y su capacidad de carga.
Al elegir el tipo de base, el ingeniero de diseño debe realizar cinco pasos sucesivos:
1 – Obtenga la información requerida sobre la naturaleza de la superestructura y las cargas que se transmitirán a la base.
2 – Obtener las condiciones de la superestructura del suelo.
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3 – Explore la posibilidad de construir cualquiera de los tipos de cimientos bajo la condición existente teniendo en cuenta: (i) la capacidad de carga del suelo para transportar la carga requerida. (ii) los efectos adversos en la estructura debido a asentamientos diferenciales.
4 – Una vez que se seleccionan uno o dos tipos de cimientos, uno como base de estudios preliminares, haga estudios más detallados. Estos pueden requerir información más precisa de la carga, las condiciones del subsuelo y los tamaños de las zapatas. También puede ser necesario hacer una estimación más refinada del asentamiento para predecir el comportamiento de la estructura.
5 – Estime el costo de cada uno de los tipos prometedores de cimientos y elija el tipo que represente el compromiso más aceptable entre rendimiento y costo.