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Estúpido es como estúpido lo hace.
Muchas veces lamentamos nuestras decisiones y las llamamos estúpidas e introspectivas al tomar decisiones inteligentes o sabias. ¿Pero es realmente posible hacerlo todo el tiempo?
Las decisiones intuitivas podrían salir mal incluso cuando nuestro instinto nos dice lo contrario y terminamos arrepintiéndonos.
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- ¿Por qué no eres feliz incluso después de lograr tu objetivo?
- ¿Debo quedarme en mi trabajo estable de 9-5 o dejar de fumar para seguir mis pasiones en el cine?
- Si se supone que no debo seguir mi pasión, ¿en qué debería especializarme?
La mayoría de las veces, el dilema entre dos cosas nos hace preocuparnos por tomar una decisión inteligente o mejor.
También a veces dejamos que nuestras emociones se apoderen de nuestro poder decisivo.
A veces las experiencias pasadas nos ayudan. Los consejos de otras personas, etc., son los factores que contribuyen a nuestras decisiones.
Aún así, no tomamos una decisión inteligente.
La forma más fácil es escribir pros y contras.
- Haga una lista de puntos.
- Intenta apoyar todas las causas de todas las formas posibles.
- Dar un punto por cada punto profesional.
- Deduce un punto por cada punto de conflicto.
Algún punto puede tener un mayor valor para que usted decida. - El camino con el punto máximo debería ser la decisión más inteligente que pueda tomar en ese punto específico.
Por último, si todavía tienes un gran dilema, tira una moneda.
Si el resultado del lanzamiento de la moneda lo satisface, entonces esa es su elección. Si no es así, ve con la otra opción.
Si el dilema aún persiste, simplemente ve con el resultado del lanzamiento de la moneda. Créeme, siempre funciona.