La gente generalmente piensa que la iluminación es un estado que reemplaza el estado de confusión, o algo así. Pero no lo es.
La iluminación es la naturaleza del medio en el que todos los estados se manifiestan y se conocen. Ese medio no tiene cualidades propias. No tiene forma, no es un estado y no puede cambiar ni ser quitado. Ni siquiera se puede decir que existe o no existe. Hace que todo lo demás parezca existir. Ni siquiera puedes llamarlo “eso” 🙂
Entonces no es como si tomas la iluminación y la reemplazas con confusión, y luego regresas. Es más bien que tomas la iluminación y le agregas una capa de confusión encima, haciendo que la forma manifestada de tu iluminación se vea turbia y confusa. Pero su naturaleza no desaparece por eso. Si pudiera, sería solo otra forma.
Mira algo ¿Lo ves al instante, completamente y sin duda, incluso antes de nombrarlo, objetivarlo, clasificarlo y generar pensamientos al respecto? Esa capacidad de ver es la iluminación. Es la misma habilidad exacta que Buda tenía.
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Del mismo modo, puede escuchar sonidos, conocer sus pensamientos confusos, etc. Refleja perfectamente todo lo que sucede en tu vida sin rechazar nada, y está completamente iluminado acerca de su forma exactamente como se manifiesta.
Aquí hay una alegoría: las nubes en el cielo no nos permiten ver el sol. Pero podemos ver bien las nubes, ¿verdad? Y si se han ido, se ve el sol en su lugar. Todo eso se debe a que el cielo en sí es de naturaleza clara y nos permite ver lo que aparece en él más cercano. Esa naturaleza clara del cielo es como la iluminación, no las nubes, el sol o cualquier otra forma que se manifieste temporalmente en él.