Gracias por el A2A Christopher. Gran pregunta!
Aquí está mi versión original de algunos posibles puntos en común:
- Una pasión por el pensamiento.
- Una convicción de que sus ideas deben ser escuchadas o compartidas.
- Un deseo de profundizar, mirar alrededor de las esquinas o sobre la siguiente colina, para plantear “Sí, pero …”. como curiosidad y aspiración.
- Una disposición (¿valentía?) Para cuestionar el funcionamiento de su propia mente y del mundo que los rodea.
- Capacidad para priorizar la contemplación, la investigación y la resolución de problemas por encima de otros intereses o tareas.
- La soledad, la separación, la otredad, la extrañeza y, posiblemente como consecuencia de esta condición, la desconfianza o el desinterés en el statu quo.
- No solo más inteligente que su oso promedio, sino disciplinado y comprometido con el uso de esa inteligencia.
- Suficiente confianza para tomarse en serio y esperar que otros lo hagan, al mismo tiempo que suficiente humildad para reconocer y reconocer sus propias fallas y limitaciones.
- Perseverancia.
- Una apreciación fundamental de la maravilla y el misterio a su alrededor y dentro de ellos, junto con un fuerte impulso para hacerse amigo y comprender esa maravilla y misterio de la manera más completa posible.
Mis 2 centavos Sin embargo, creo que también debes aportar tus propios pensamientos sobre esta pregunta, Christopher. 🙂
- Si la teoría de cuerdas es correcta y hay 11 dimensiones, ¿por qué evolucionamos para percibir solo 4?
- ¿Qué ayuda a tiempo parcial necesitan las startups?
- ¿Cuáles crees que son los problemas más importantes para la economía de Indonesia?
- ¿Eres castigado por tus pensamientos en el Islam?
- ¿Deberíamos pensar en voz alta o en silencio dentro de nuestra cabeza al resolver conscientemente un problema?