La trascendencia es el destino de la conciencia de ser humano. Mira alrededor del mundo hoy. La violencia, la pobreza, la enfermedad, el desequilibrio emocional y las creencias delirantes sobre la realidad y quiénes somos es una fuerza destructiva. Dentro de este juego cósmico, es una parodia.
No vale la pena defender esta parodia. Es una obra representada por pseudo yoes. No es el verdadero negocio. Estos pseudo yoes creados por el ‘ego humano’ no tienen el poder, la gracia, la inteligencia, el amor o la conciencia para interactuar con la inmensidad del universo en el que viven y las poderosas leyes universales que gobiernan sus vidas sin estrellarse. y ardiendo un millón de veces.
Entonces crean para sí mismos un infierno en la tierra. La mayoría no entiende cómo funcionan sus mentes. Entonces los usan mal las 24 horas, los 7 días de la semana. Eso es estar inconsciente. Los seres humanos creen cosas ridículas sobre la realidad y sus propias creencias vuelven rugiendo en el camino como una pantera, para arrancarse el sueño de los ojos.
La tierra es una escuela. Somos humanos como un medio para aprender lo que es real y lo que es una ilusión a través de las experiencias que adoptamos en una serie de vidas.
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A medida que vivimos aprendemos. Cuando llegamos a un cierto nivel de conciencia, podemos comenzar en serio a trascender la conciencia humana en ese punto. Pero, ¿qué significa eso?
Aquí hay una anología. Digamos que quienes somos es el océano. Quienes creemos que somos es la vida marina dentro del océano. Excepto su vida marina que se golpea por ser diferente, no solo por la supervivencia. Creemos que somos vida marina que tiene que nadar más lejos en el océano para ser más, o confundir alguna otra vida marina en el océano para ser libre. Donde quiera que vayamos y hagamos lo que hagamos, estamos identificando erróneamente quiénes somos y nos movemos en nuestro verdadero ser, que ya está en todas partes y ES el medio por el cual florece toda la vida marina.
La trascendencia no es más que comprender la verdadera naturaleza del SER. Los peces no trascienden. El pescado es un concepto. La conciencia de no ser realmente el pez trasciende la creencia de ser un pez.
¿Lloramos por no ser ese pez? La trascendencia es esta: “Ah, yo soy el océano”. La trascendencia es solo la conciencia poniéndose al día. Ese SELF resulta haber sido todo lo que los peces y todos los peces lucharon por convertirse y mucho más.
¿Qué tipo de victoria hay entonces en dos peces peleando, compitiendo o juzgando? Si piensan que son peces, nada será suficiente para convertirlos en el océano. Si mienten y engañan para ser más poderosos o ricos que los otros peces, son tontos absolutos, payasos ridículos, mendigos espirituales.
Todavía se creerán peces. Podemos ver la futilidad infantil que se juega en este mundo. Chuparse el dedo a los bebés con trajes elegantes que ‘poseen’ el mundo. Divertidísimo.
Trasciendes yendo hacia adentro, activando tu mente más profunda, lo que facilita un cambio genético en tu estructura celular y avanzas desde allí.
Los conceptos son para peces.