Escribir te obliga a cristalizar tus pensamientos en una tesis concreta, organizada y respaldada lógicamente.
Los pensamientos en nuestro cerebro se sienten amorfos, flexibles e insustanciales. Conocemos la dirección general de nuestros pensamientos, pero no hemos tomado todos los pasos para seguirlos hasta su conclusión lógica. A menudo, estos pensamientos ni siquiera tienen palabras, solo están ahí .
La mayoría de nosotros, sobre todo yo, no tenemos la disciplina para solidificar estos pensamientos anforales en ideas concretas y lógicas. Entonces, escribimos estos pensamientos.
La escritura obliga al pensador a pensar sobre el principio, el medio y el final de las cosas. ¿Cuál es el fundamento del principio en el que estás pensando? ¿Cómo conduce esa base a la conclusión lógica? ¿Qué evidencia tienes para apoyar tu tesis? ¿Cómo puedes describir tus pensamientos de la mejor manera posible?
- Si los robots pudieran evolucionar de alguna manera por sí mismos, desde una forma muy primitiva hasta el punto en que estuvieran conscientes y pudieran “pensar”, ¿requerirían palabras y “lenguaje”?
- ¿En qué estabas pensando cuando tenías veinte años?
- ¿Puedes pensar en algo que no existe?
- ¿Quién ha hecho un cambio importante en su carrera debido a su pasión?
- ¿Hay totalidad de pensamiento? Si es así, ¿se llama eso yo?
Cuando estamos pensando, tomamos atajos. Escribir nos obliga a confrontar las realidades de nuestros pensamientos. Mientras escribimos, debemos formular, explicar y defender nuestros pensamientos. Solo cuando hacemos esto, realmente aprendemos.
Por ejemplo, comencé a escribir esta respuesta con un solo pensamiento en mi cabeza: la escritura nos enfoca a ser concretos. Mientras escribía esta respuesta, tuve que enfrentar algunas preguntas: ¿por qué pensé esto? ¿Cómo podría probar esto? ¿Cuál fue la mejor manera de explicar esto? Tenía que responder estas preguntas importantes para escribir esta respuesta. Estas preguntas me hacen confrontar los matices de mis pensamientos simplificados y superficiales.
En pocas palabras, escribir te obliga a hacer preguntas concretas, lo cual es esencial para el aprendizaje.
PD: No voy a volver y editar esta respuesta porque quiero que veas la evolución de mi premisa inicial (la escritura nos obliga a ser concretos) a mi conclusión (la escritura nos hace hacer preguntas). Son conceptos relacionados, pero no son la misma idea. Aprendí algo escribiendo esto: que son las preguntas las que nos obligan a ser concretos mientras pensamos y escribimos, lo que nos ayuda a aprender.