Ayudé a un esposo y una esposa a mudarse a una instalación de vivienda asistida. Su hijo y amigos me ayudaron.
Mis amigos eran mis vecinos. La esposa tenía hermosas flores la mayor parte del año que rodeaba su casa. El esposo tenía su propio taller. Siempre llevaba un sombrero de vaquero.
Su salud financiera los obligó a mudarse a un parque de casas móviles. Su trailer era pequeño. La esposa todavía podía hacer que su trailer fuera hermoso.
En unos pocos meses, la esposa comenzó a perder su movilidad. Parecía perder interés por ser parte de nuestro círculo de amigos. El esposo siempre estaba vagando por algún lado. El hijo pasó horas durante la semana buscando a su padre y llevándolo a casa.
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El tiempo demostró que mis amigos necesitaban ayuda.
Finalmente se encontró una instalación de bajos ingresos para que se mudaran. La instalación solía llamarse un hogar de ancianos.
Eran una pareja fuerte e independiente. El tiempo les robó su orgullo, dignidad y razón para vivir.
Los ojos de la esposa se llenaron de lágrimas cuando salimos de su casa. El esposo no miró a nada.
Compartieron una habitación en la instalación. Una habitación pequeña no ofrece espacio para flores.
El esposo murió dos meses después. La esposa está postrada en cama. Ella se unirá a su esposo pronto.
Ella morirá de un corazón roto.