Todas las relaciones humanas, incluidas, o quizás especialmente, las empresas, se basan en la confianza. Al operar bajo un seudónimo, no te estás posicionando bajo una luz auténtica. Podría ser un obstáculo para que las personas confíen en ti.
Mi apellido es Schön. Utiliza una letra (ö) que no tenemos en el Reino Unido y nadie sabe cómo pronunciarla, así que solo usamos “Schon”. Todavía logra confundir a muchas personas, pero está lo suficientemente cerca. Entonces, ¿por qué no tratar de simplificar un poco tu nombre para que la gente pueda ver que no estás tratando de ser lo que no eres, sino que estás tratando de hacerles la vida más fácil?
Como idea alternativa, un amigo mío se llama Moszinski. Tiene mucho éxito en la industria publicitaria a pesar de tener un nombre muy difícil. Él también podría haberlo simplificado, pero en su lugar decidió hacer una virtud.
Quizás ser lo que eres es una mejor idea que adoptar un nombre tonto y falso. Se trata de personas inteligentes y articuladas, no de niños escolares demasiado impresionables. Después de todo, Saatchi y Saatchi no se llamaban a sí mismos “The Champagne Factory” o “Chas and Mo”.
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