¿La educación está destruyendo la creatividad dentro de las personas?

Cuando estaba en la escuela secundaria, estaba seguro de que la estructura de la escuela, las estúpidas regulaciones, los requisitos de cursos rígidos, el tener que tomar cursos ridículos como la educación física, estaban frustrando cada impulso creativo que tenía. Y no mejoró mucho cuando empecé la universidad. Era una persona muy rebelde a la que no le gustaba ningún tipo de regulación. Quería hacer lo que quería hacer, cuando quería hacerlo, y cualquier cosa que se interpusiera en esos deseos era obviamente un diseño maligno que solo podía ser destructivo, nunca útil.

No tenía simpatía alguna por los problemas de un sistema al que se le había dado la responsabilidad de educar adecuadamente (no maravillosamente, solo adecuadamente) a cada niño en el país para que pudieran participar de manera adecuada (no maravillosamente, solo adecuadamente) en sus roles elegidos como ciudadanos en nuestra república. No creía en la realidad de que los seres humanos son más parecidos que diferentes y, por lo tanto, pueden enseñarse generalmente de la misma manera, a los mismos niveles de edad. Yo era diferente a todos los demás. Era especial y era el centro del universo.

Ahora tengo casi 70 años. Regresé a la escuela secundaria de la que me gradué no hace mucho tiempo para mi 50ª reunión de la escuela secundaria. Observé a todos los jóvenes caminar y pude ver a los pocos radicales que empujaban el sistema, que creían que su creatividad, su especialidad estaba siendo amenazada por “el sistema”. Sonreí.

Porque hoy sé que si eres verdaderamente creativo, nada te dejará sin aliento. No es una escuela tonta llena de reglas tontas, tratando de hacer lo mejor que puede. No es un trabajo lleno de reglas aún más tontas, tratando de sobrevivir en un mundo difícil. No es un matrimonio (o dos) que no sea adecuado para ti. No es un problema de alcohol que debería matarte, pero no del todo. No hay nada que el mundo pueda arrojarte, de verdad. Lo único que puede destruir tu creatividad eres tú. Puedes mentirte a ti mismo sobre la naturaleza de tus dones. Puedes darles la espalda. Puedes ir a tu tumba sin hacer el trabajo que tu alma anhela hacer. Eso es destrucción. De lo contrario, su creatividad es perfectamente segura.

Gracias Colm, por el cumplido de la A2A.