Los problemas que enfrentan nuestros representantes electos son lo suficientemente complejos como para que solo un análisis exhaustivo y una consideración de todos los aspectos del problema resulten en un resultado justo. Debido a que los problemas son complejos, necesitamos personas que sean capaces de examinar los problemas a fondo y sopesar el costo / beneficio de sus acciones sin considerar cómo ayudará con su reelección o cómo ganará el favor de su partido. Dado que nuestro propio tiempo y experiencia no nos dará el lujo de examinar cada tema en su totalidad, debemos confiar en que nuestros representantes elegidos hagan este difícil trabajo por nosotros. Esta es la misma razón por la que empleamos expertos para cualquier problema complejo y no participamos en una cirugía de bricolaje.
Veo las elecciones como un proceso de contratación. En lugar de centrarme en cómo se siente cada candidato en temas específicos, evalúo a los candidatos en su currículum y selecciono aquellos que siento que tienen la experiencia no política más relevante y una mayor inteligencia. Tiendo a evitar a los políticos de carrera, ya que han demostrado ser en su mayoría expertos en ser elegidos y, por lo tanto, es probable que resuelvan los problemas de cualquier manera que los haga más propensos a ser reelegidos en lugar de optimizar la equidad y la justicia.
En resumen, debe pensar en los candidatos más que en los problemas, y centrarse en seleccionar a aquellos que parecen más propensos a aplicar la experiencia del mundo real y la inteligencia demostrada a la compleja tarea de gobernar.
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