Comencé a meditar hace unos dos años cuando tenía diecisiete años. Inicialmente, honestamente no sabía en qué me encontraba. No entendí la necesidad o los medios. Pero la primera vez que medité, fue la primera vez que realmente experimenté que dentro de mí había algo más grande que yo. No podía entenderlo, pero su existencia era innegable.
Dos años después, definitivamente tengo una mejor idea. Pero nunca puedo decir que he llegado a la respuesta final.
En un momento, pensé que meditar me ayudó a ser una mejor persona. Pero ahora, siento que meditar me está ayudando a trascender la ‘personalidad’ misma.
El enfoque de la meditación y la respuesta radica en el proceso mismo. Es realmente un viaje individual, donde el propio ser les sigue revelando de qué se trata el viaje. De ahí que mi enfoque de la meditación, en general, sea de aventura. Donde uno tiene la capacidad de rediseñar su destino.
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Mi enfoque de la meditación sigue cambiando, ya que la meditación en sí misma, siendo un proceso pasivo, produce una gran cantidad de dinamismo en la vida. Todos los días es un día, cuando te levantas para verte como una persona diferente. Meditar simplemente te ayuda a retener el marco de ese cambio.
Pero la técnica de la meditación sigue siendo la misma.
Generalmente me siento con los ojos cerrados, en una posición relajada y sugiero sutilmente que una luz divina está presente dentro de mi corazón, y la fuente de esa luz me atrae hacia ella. Trato suavemente de mantener mi atención hacia mi corazón. Los pensamientos vienen, pero al recordarse uno mismo, uno puede apartarlos suavemente. Estar sentado así durante una hora cada mañana ha sido la mejor parte de todos los días para mí.
Una hora parece mucho, pero dentro de unos minutos, muy pronto, llega una etapa en la que uno puede trascender el pensamiento y simplemente tumbarse felizmente en el abrazo del sentimiento. Y luego el tiempo también es una construcción física, algo que ya no importa.
Pronto, las palabras ya no son importantes. Uno se habla a sí mismo en los sentimientos. Las palabras se convierten en una falacia sin sentido y sin vida. Es entonces cuando siento que uno está un paso más cerca de estar en comunión con uno mismo. Pero es solo un paso.
Si está interesado, puede consultar Aprender a meditar | Por qué meditar | Meditación – Heartfulness. 🙂