Aquí están las mecánicas de cómo profundizar: la clave es suavizar la conciencia.
La meditación en su forma más básica es el arte de coordinar las fuerzas internas de “duro” y “blando”. Muchos de nosotros estamos cultivando una mente / conciencia que es rígida y se fija fácilmente durante la práctica de meditación.
Intenta abarcar todo lo que conoces en suavidad.
Un ejemplo de esto se puede ver al derretir hielo. Imagine que tiene un tamiz y en el tamiz y en este tamiz hay un bloque de hielo. Para que el hielo pase a través de los agujeros en el tamiz, debe ablandarse. A medida que el hielo se derrite, se transforma en un líquido que luego puede pasar por el tamiz.
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La mente es igual. Si la conciencia es demasiado dura como el hielo, no puede profundizarse, ampliarse, expandirse. Aplica suavizante a todo lo que se siente duro … como los pensamientos, sensaciones, etc., y la conciencia se expande, suaviza y listo, ¡estás experimentando los aspectos más profundos y multidimensionales de tu conciencia!
No es necesario centrarse en los pensamientos, sentimientos, sensaciones que surgen … simplemente continúe desarrollando la calidad de la suavidad.
Concéntrese en desarrollar la calidad de la suavidad. Es muy útil ya que tendemos a fijarnos en cosas difíciles o, al menos, en la ilusión de que todo es duro, denso, etc. La calidad del ablandamiento es extremadamente útil en la meditación y en todas las cosas. Por supuesto que necesita un equilibrio entre lo duro y lo blando … una especie de coordinación interna y esto, por supuesto, ¡es práctica!
Espero que esto te haya ayudado.
Maria